Los
recogidos, aunque parezcan despeinados o suelan tener greñas sueltas, son igual
de elaborados o casi más, que los que dan un toque de estiramiento. Porque para
conseguir ese aire de despreocupación, hay que pasar antes por una gran mentalización
y duro trabajo para que quede con ese toque y, que va a ser la
elegancia del mismo.
En
esta ocasión, fue un recogido para una boda en el que nuestra clienta deja improvisar a nuestro equipo dentro del acabado que ella buscaba. Ralla al lado, y greñas en la parte
delantera, es algo que nunca perdona y a raíz de ahí dejó brotar toda su
imaginación con un resultado que encantó tanto a nuestra clienta como a ella misma.
Un moño bajo repleto de rizos y tirabuzones con mechones sueltos, que daba un aire juvenil y desenfadado, al mismo tiempo que elegancia. Un peinado perfecto para cualquier estilo y look; que queda genial a cualquier tipo de rostro.
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